Apología de El Ítamo
Iván Uriel Atanacio Medellín (Xalapa, Veracruz 1978) quien además de escritor es politólogo y documentalista mexicano, presenta su obra El Ítamo (Coedición con la Dirección de la Universidad Veracruzana Intercultural, Los Reyes y Atamed, 2015) segunda entrega de su trilogía Apología del encuentro. La primera parte El surco. Historias cortas para vidas largas (publicado por la misma editorial) toca muchos temas como el dolor, el sacrificio y el esfuerzo de los migrantes.
En esta obra encontraremos nuevamente a la migración, pero visto como un viaje hacia la interioridad. Este viaje es realizado por “Gamo”, el protagonista de la novela, quien va en busca de El Ítamo, la planta que todo lo cura. De esta manera y a través de este nostálgico personaje se abordan temas como el amor a la mujer y a la madre, así como la reflexión sobre la vida y la muerte, llevándonos quizá a preguntarnos ¿cuál es El Ítamo?
Con una sólida decisión, el joven Gamo deja Ayapango, el lugar donde creció a cargo de Teresa, la mujer más vieja del pueblo. Seguro de sí mismo, emprende una búsqueda movido por la esperanza de encontrar a sus padres, quienes tuvieron que abandonarlo cuando era pequeño; esto, aunado a la idea de hallar de nuevo la ausente felicidad en su pueblo, lo llevará a una constante reflexión sobre él mismo.
Así pues, mediante las anécdotas que nos contarán personajes como los padres de Gamo y Teresa sabremos la historia de éste joven que quiere salir de ese estado de desesperanza que rodea su pueblo y, tal vez, a él mismo:“Voy rumbo al Ítamo a encontrar la planta que lo cura todo…” (Atanacio, 2015, p. 24).
Celerina es otro personaje pertinente, a través de su perspectiva y gracias a ella es como se nos menciona primero a –El Ítamo- y a Gamo. Su pasado y su relación con el protagonista, hace evidente en la prosa poética del autor, el argumento del amor y la nostalgia por los que se han ido. Visto no sólo desde un aspecto lírico, sino también desde el punto de convergencia de la primer novela con esta segunda entrega: la migración.
Esta travesía no sólo física, sino personal, también puede ser entendida y analizada por una disciplina no literaria, como los “actos racionales e irracionales” que trata el psicoanálisis. Respecto a éste punto mencionado: “un viaje hacia la interioridad”, lo encontramos también con el autor TxemiSantamaría en su libro LA INTERIORIDAD. Un viaje al centro de nuestro ser (2013) el cual nos dice que: “Este encuentro con el sí mismo ejerce en el propio sujeto un doble efecto, por un lado le impele a niveles más profundos de su propia esencia, por otro lado, le ensancha horizontes abriéndole a una relación con el mundo y con Dios desde el amor y la autenticidad.” (p. 21).
A fin al argumento sobre la obra, hago una cita de la siguiente reseña: “En El Ítamo, Iván Uriel le apuesta a la novela de ficción y lo que presenta es una obra de vida, muerte, amor, fe y esperanza; es un viaje a la interioridad. Mediante la innovación en la técnica narrativa, la trilogía es un homenaje a los migrantes. Iván Uriel, quien además de escritor es politólogo y documentalista mexicano, es considerado innovador de la narrativa testimonial y de la prosa poética hispanas” (Sánchez, Diario de Xalapa, 2015).
Así pues, si la búsqueda de ‘la planta que lo cura todo’ es entendida como una alegoría sobre la felicidad, este viaje va más allá de la vivencia del personaje, los sentimientos y las emociones implícitas en la obra. Esto debido a que independientemente de estos aspectos, la novela es apta a diferentes tipos de análisis e interpretaciones personales y/o académicas, como lo mencionado anteriormente sobre el psicoanálisis.
Es por esto que El Ítamo, no solamente es una novela alegórica llena de emociones y con una interesante propuesta fantástica, sino que además de esto, su carácter metafísico hace al libro muy susceptible a ser estudiado desde lo literario, lo psicológico o quizá, hasta pueda tener un punto de convergencia con lo filosófico.