El retablo vagabundo
En el 2009, como parte de la celebración de El Día Internacional del Títere, se hizo un homenaje a los cien años de Javier Villafañe. Siendo yo una infante distante del mundo de los títeres, no pude apreciar la magnitud del legado del titiritero Javier Villafañe. Ahora, ocho años después, gracias al grupo Merequetengue, tuve la fortuna de apreciar una pequeña muestra de su legado.
El pasado sábado 15 de abril, en la sala de “El Rincón de los títeres”, en su obra El retablo vagabundo, el grupo Merequetengue logró recrear el clásico concepto que había creado Javier Villafañe, quien iba “vagando” de pueblo en pueblo contando historias en una carreta tirada por caballos, resumiéndolo en un teatrino con llantas que va contando historias con títeres de guante, o guiñol, y las entrañables cachiporras.
La obra El retablo vagabundo cautivó a su público con los cuentos de Javier Villafañe. Así, mantuvo a los espectadores al borde del asiento con la historia de “El panadero y el diablo”, al tener que gritar con cada aparición del diablo en escena. Por otra parte, inundó la sala de carcajadas con “El vendedor de globos”.
El grupo Merequetengue también incluyó en su obra historias del cuentacuentos Iban Echeberry, como “Sifón y su enorme nariz", donde se narra cómo Sifón perdió su enorme nariz y todo lo que tuvo que hacer para recuperarla.
El teatro "El Rincón de los títeres" me permitió sumergirme en el arte titeril, con sus extraordinarias representaciones donde emplean las diversas técnicas de teatro con títeres.