Ariadna y Circe
En las grandes historias que nos regalan pasajes fantásticos de la mitología griega, se habla mucho de los dioses y diosas, de héroes, hasta de los monstruos… pero poca es la fuerza femenina en las mismas, y si de mujeres en especifico se sabe (en la mayoría de los casos simples mortales) es porque sus caminos se cruzaron de una u otra forma con los de los antes mencionados. Quiero hablar en esta ocasión sobre dos mujeres en concreto, no solo porque merecen ser destacadas, sino porque tienen tantos puntos en común aunque no lo parezca, por lo que es necesario compararlas. Estas mujeres son Circe y Ariadna.
Circe, la diosa de lindas trenzas, es un personaje de la mitología griega que hace su aparición en la obra de Homero: La Odisea, en la rapsodia X. Es hija de Helios y Perse, sus hermanos son Eetes y Pasífae). Vivió en la isla de Eea en una mansión de piedra. Ella convertía a los hombres que llegaban a su mansión en cerdos, intentó hacer lo mismo con Ulises, pero no surtió efecto, pues este había comido unas plantas que le entregó Mercurio. Ulises y su tripulación se quedan con Circe por un año, pues ella se enamoró de él y no quería dejarlo ir; sin embargo termina permitiéndole irse por mandato de Atenea, no sin antes advertirle sobre las Sirenas.
Circe tiene tres epítetos: “la de lindas trenzas” (haciendo alusión a su largo cabello rizado), “deidad poderosa” (refiriéndose a sus habilidades específicas como diosa y como hechicera debido al destino que le deparaba a los hombres que llegaban a su morada) y “dotada de voz” (obviamente se refiere a su bella voz, la cual escucharon hombres de la tripulación de Ulises antes de llegar a la mansión de piedra).
Circe también hace aparición en la obra de Ovidio: Las Metamorfosis, tres veces, en el libro XIV. Como podrán adivinar, no lo hace con un papel protagonista.
Su primera aparición en dicha obra es con Glauco, quien estaba enamorado de Escila, pero esta lo desprecio por su apariencia monstruosa; Glauco pide a Circe ayuda para que Escila se enamore de él, pero Circe lo quería y pidió que se olvidara de Escila, Glauco rechazó a Circe; la diosa de lindas trenzas echó unas plantas al agua donde Escila se iba a bañar, cuando esta ultima salió del agua era un monstruo de la cintura para abajo (tenia cabezas de perro y tentáculos peludos).
En el segundo caso se nos vuelve a contar el fallido intento de Circe por convertir a Ulises en un cerdo, y éste salva a sus compañeros (motivo por el que profundicé más en su aparición en La Odisea).
En el tercer caso, nuestra diosa es rechazada nuevamente por Pico, y esta lo transforma en pájaro carpintero como venganza.
Cuando se hace una representación visual de la diosa se tienen dos o más atributos para saber que se trata de Circe: una varita, una copa de vino y animales.
Uno de los autores que prestó atención a la diosa Circe fue Julio Cortázar, quien la reinterpreto en un cuento que lleva el nombre de la misma. En dicho cuento nos encontramos con Delia, una joven que prepara chocolates con relleno, la cual sufrió la pérdida de dos parejas (en ambos casos murieron), sin embargo un joven llamado Mario llega a su vida.
Ahora hablaremos de Ariadna, personaje menos notado que la diosa Circe. Ella aparece también en Las Metamorfosis de Ovidio, en el libro VIII, en el pasaje: “El laberinto, el Minotauro y Ariadna”. También en Las Heroidas de Ovidio, en la epístola décima: “Ariadna a Teseo”. Ariadna es Hija del rey Minos (hijo de Zeus y Europa) y Pasífae (hija de Helios y Creta), hermana de Acacálide, Androgeo, Glauco, Fedra y Catreo. Nació en Creta.
Su padre ordenó a los atenienses enviar cada cierta temporada siete jóvenes y siete doncellas para alimentar al Minotauro. La tercera vez que se debía enviar tributo llegó a Creta el joven Teseo, quien estaba ahí para matar a la criatura. Ariadna se enamoró de él a primera vista y le dijo que lo ayudaría a cambio de que se la llevara lejos de ahí y se casara con ella, Teseo aceptó. Por consejo de Dédalo, Ariadna usó un ovillo de hilo para que Teseo pudiera regresar a la entrada luego de matar a la bestia. Huyeron junto con Fedra (hermana de Ariadna) a la isla de Naxos, ahí Teseo abandonó a Ariadna dormida en la orilla… la traicionó con Fedra; pero tal fue la suerte de Ariadna, que fue encontrada por Baco, dios del vino; el cual se enamoró de ella.
Ariadna aparece también en la obra de Ovidio: Las Heroidas. En dicha obra, ella escribe a Teseo una epístola en la que llora y reclama por su traición, por haberla abandonado después de todo lo que hizo por él y porque la dejó a merced de lo que fuese que hubiera en esa isla.
Cuando Ariadna es representada de manera visual se usan ciertos atributos para saber que se trata de ella, aunque no necesariamente se ven todos a la vez: diadema, ovillo de hilo, la playa, y Baco y sus bacantes. Sólo conozco un epíteto suyo: “la de lindas trenzas rubias” (aunque no todos le pintan así el cabello).
Aparte de Ovidio, hubo alguien más que notó el pesar de Ariadna tras ser abandonada, pero principalmente, su situación al averiguar que el dios del vino estaba enamorado de ella. Y ése fue Friedrich Nietzsche. En su obra “El lamento de Ariadna” vemos a una Ariadna confundida, aterrada y, al mismo tiempo, emocionada por los sentimientos que Baco siente por ella.
¿Cuál es la relación entre estas mujeres? Pasífae. Como ya sabemos, Circe tiene dos hermanos: Eetes y Pasífae. Esta última tuvo, junto con Minos, seis hijos; entre ellos Ariadna. Entonces, Circe es tía de Ariadna.
Siendo aparentemente tan diferentes, y pese a saber que son familia, no parece sorprendente que jamás se conocieron. Pero si lo hubieran hecho, habrían descubierto todo lo que tienen en común. Claro, ambas son hermosas, pero hay más que sólo belleza. Para empezar, otro dato que ya sabemos: ambas se enamoraron de un héroe, ninguna se quedó con su amado pero ambas lo ayudaron, sus epítetos son similares y hay una isla en sus historias.
Algo que hubiera complicado un poco su convivencia serían sus diferencias: Circe es una mujer fatal, Ariadna es una joven ingenua, lo que sería el conflicto principal entre ellas, pues sus respectivos personajes tipo son considerados opuestos. Existen algunas diferencias más: mientras Circe dejó ir a Ulises, Ariadna fue abandonada por Teseo. Circe no se quedó con ningún enamorado, pero Ariadna pudo quedarse con Baco. Circe siempre fue una diosa, Ariadna comenzó como mortal.
Bueno, como hemos visto, el que tengan diferencias notables no significa que no tengan nada en común… en este texto se demuestra que, en efecto, son pocos los que les dedican su atención; y cuando lo hacen, como en este caso, ellas quedan en segundo plano. Ellas, como muchas otras mujeres de la mitología, deberían recibir más atención pues jugaron un papel de vital importancia en sus respectivos mitos, y aunque en este trabajo les dedique, al menos a estas mujeres específico, mi especial atención… ¿Es suficiente? ¿Es todo acerca de ellas? Yo no lo creo.