Lo lúgubre en las letras de Ian Curtis y los poemas de Arthur Rimbaud
—"Bendito seas, mi Dios, que dais el sufrimiento
Como divino remedio a nuestras impurezas
Y cual la mejor y la más pura esencia
¡Que prepara los fuertes para las santas voluptuosidades!
(Charles Baudelaire)
Diecisiete años tenía Rimbaud cuando prometía un gran futuro ─claro en términos de legado─ Verlaine lo describía como «Bien conformado, casi atlético; su rostro tenía el óvalo de un ángel desterrado; los despeinados cabellos eran de un color castaño claro y los ojos de un azul pálido inquietante.» (1888). Esta descripción casi remite a Ian Curtis, pero fuera de lo físico está la verdadera esencia; mientras Rimbaud trataba temas de enfermos terminales en sus poemas, Curtis describía la epilepsia y la encabalgaba con temas siniestros:
I could live a little better/ with the myths and the lies/ When the darkness broke in/ I just broke down and cried./ I could live a little in a wider line,/ When the change is gone, /when the urge is gone,/ Well here we come (Joy Division, 1979, 6)[1]
El primer álbum de Joy Division, banda donde Curtis desarrolló su potencial artístico, fue escrito antes que éste último desarrollara epilepsia, sin embargo debido a que Ian desempeñaba un trabajo en la Oficina de Empleos, presenció un ataque epiléptico de cierta chica que asistía periódicamente; ella murió y él compuso una canción en su honor. En el mismo álbum encontramos otros temas, tales como la lucha del bien y el mal, «Disorder» («Desorden») y «Candidate» («Candidato»), es importante recalcar en esta última la siguiente estrofa: « Please keep your distance,/ the trail leads to here,/ there's blood on your fingers,/ brought on by fear.»[2](Joy Division, 1979, 5) lo grotesco y sublime se unen en esta parte, la imagen producida es muy clara ─incluso podría considerarla «maldita»─. Burke, en sus Indagaciones filosóficas sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y de lo bello (trad. 1997), menciona que aquello terrible o que se acerca a objetos terribles, desemboca en un sentimiento sublime; puesto que «produce la emoción más fuerte que la mente es capaz de sentir», el autor francés consideraba que las ideas de dolor tenían un mayor impacto en el sentimiento.
El texto de Edmund Burke pertenece al prerromanticismo, y aunque Rimbaud es un poeta representante del simbolismo ─cabe destacar que es quien ha obtenido mayor reconocimiento─ el pensamiento base del romanticismo permeó varios años después. De esta forma Arthur Rimbaud muestra lo terrible de la marginalidad en su poema «Les Assis» (“Los sentados»):
Costrosos, negros, flacos, con los ojos cercados/ de verde, dedos romos crispados sobre el fémur,/ con la mollera llena de rencores difusos/ como las floraciones leprosas de los muros;/ han injertado gracias a un amor epiléptico/ su osamenta esperpéntica al esqueleto negro/ de sus sillas; ¡sus pies siguen entrelazados/ mañana, tarde y noche, a las patas raquíticas! (Rimbaud, 1871)
Este corto fragmento se dilucida la imagen que el autor quería transmitir. La enfermedad en su punto culminante, los rencores, y quizá por ello la metáfora de las costras, pues como decía Jaime Sabines con el primer símil de «Los días inútiles»: «son como una costra de mugre en el alma», la delgadez como muestra de marginalidad y decadencia, y la inmovilidad, el rechazo al cambio podría suponer un rechazo —válgase la redundancia— a la sociedad.
De la misma forma se puede hacer una comparación de sus vidas, del poeta francés mucho se dice y poco se sabe, en realidad, hay mentiras, o como en el habla coloquial se llama erróneamente mitos, alrededor de la figura de Rimbaud. En un ensayo se menciona lo siguiente:
Rimbaud no es el profeta del verso libre aunque más tarde se convierta en su apóstata; no es el acusador de una sociedad burguesa en la que después milita como su fiel partidario; tampoco es el homosexual que en el ocaso de su vida solicita a su madre que le encuentre una esposa para acompañarlo en sus peregrinaciones; Rimbaud, según Robb, es la suma de todas estas paradojas. (Villaseñor, 2004)
Hay declaraciones que afirman que también era un escritor en demasía precoz, pues con la corta edad de seis años empezaba a plasmar versos.
Curtis por su parte tuvo inquietudes literarias durante su estadía en la preparatoria, era admirador de la poesía romántica y modernista, aunado a que fue un gran admirador de David Bowie y los Sex Pistols, dichas influencias lo encaminarían al ámbito musical.
El músico mancuniano se casó a la corta edad de 19 años, sus conflictos emocionales lo llevaron a una relación enfermiza con su esposa Deborah, esto se vio reflejado en su canción «Love will tear us apart» («El amor nos destrozará»). Además tuvo una relación extramarital con la periodista belga Annik Honoré, que según una declaración por parte de ella, afirma lo siguiente «Fue una relación completamente pura y platónica, muy infantil, muy casta… Yo no tuve una relación sexual con Ian, que estaba medicado». En contraparte está el poeta francés quien desarrolló un vínculo, en un principio amistoso y posteriormente amoroso, con su contemporáneo Paul Verlaine Se cuenta que su relación fue conflictiva y caótica.
Deborah Curtis en su libro Touching from a distance: Ian Curtis and Joy Division, testimonia que Ian se encerraba largas horas a leer y escribir, en contraste con el autor comparado, de quien se ha dicho que se fugaba de casa. Sin embargo en este punto hay un factor común, puesto que los dos buscaban el aislamiento.
En la última etapa de la vida de ambos también se nota otro punto de convergencia y es que sus letras y poemas adquirieron un tono más reflexivo y filosófico:
In fear every day, every evening/ He calls her aloud from above/ Carefully watched for a reason/ Painstaking devotion and love/ Surrendered to self preservation/ From others who care for themselves/ A blindness that touches perfection/ But hurts just like anything else.[3] (Joy Division, 1980, 2)
Para Joy Division, la fama había crecido notablemente, sin embargo Ian había desarrollado epilepsia con fuertes crisis, según testigos recibió atención farmacológica. En el documental Joy Division, Annik cuenta que el cantautor se mostraba cansado y afligido, es entonces cuando escribe Closer, último álbum de la banda. Los miembros del grupo mancuniano declararon en entrevistas que pensaban que esta faceta de Ian sólo era artística, no que se tratase de una confesión.
El último periodo como escritor en la vida de Rimbaud del que se tiene conocimiento constituye aquél en el que escribió Illuminations. En un poema de 1872 Rimbaud plasma lo siguiente:
En las ramas claras de los tilos/ agoniza un tañido enfermizo./ Pero, coplas que son como almas/ revolotean por las grosellas./ ¡Que ría la sangre en nuestras venas:/ pues los pámpanos ya se enmarañan/ y el cielo está hermoso como un ángel!/ El cielo azul y el agua se aúnan./ Me marcho. Si un resplandor me hiriera/ sucumbiría por los musgales. (p. 153)
En ambos escritos se percibe un sesgo religioso, así mismo una mayor entrega y pasión.
El 18 de mayo de 1980, Ian Curtis se suicida colgándose de un tendedero en su apartamento, Rimbaud por su parte, en la última etapa de su vida se dedica al tráfico de armas y finalmente muere por cáncer óseo, sin embargo tiempo atrás el poeta había hecho hogueras simbólicas de sus textos, lo cual se puede atribuir como un suicidio intelectual. El declive de los dos artistas es notable siendo sus últimos días trágicos.
Bibliografía
Burke, E.: Indagación sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y de lo
bello, Trad. Menene Gras Balaguer, Tecnos, Madrid, 1997.
Joy Division (1979). She’s lost control. En Unknown pleasures. [CD] Manchéster, UK.: Factory Records.
Joy Division (1980). Isolation. En Closer [CD] Manchéster, UK.: Factory Records.
Verlaine, P. (1871) Los poetas malditos. Recuperado de https://mrpoecrafthyde.files.wordpress.com/2011/09/los-poetas-malditos-paul-verlaine.pdf
Rimbaud, A. (-) Poesía completa. Recuperado de http://ww2.educarchile.cl/UserFiles/P0001%5CFile%5Carticles-101774_Archivo.pdf
[1]Podría vivir un poco mejor/ con los mitos y las mentiras,/ Cuando la oscuridad se abre paso,/ Me desvanezco y lloro./ Podría vivir en un margen más amplio,/ Cuando el cambio se haya ido,/ Cuando el ansia se haya ido,/ Para perder el control. Bueno, aquí venimos. (Joy Division, 1979, 6)
[2] Por favor, mantén la distancia,/ el sendero nos lleva hasta aquí,/ hay sangre en tus dedos,/ provocada por el miedo
[3] Con miedo, todos los días, todas las tardes/ Él la llama en voz alta desde arriba/ Visto, cuidadosamente, por una razón/ Esmerada devoción y amor/ Rendido a preservarse a sí mismo/ De otros quienes cuidan de sí/ Una ceguera que roza la perfección/ Pero que duele como cualquier otra cosa