Semana Santa en el sur de Veracruz
En Coatzacoalcos
Suena bien tener una semana fuera de labores, despejar el estrés que ocasiona el colegio, el trabajo e inclusive el hogar. Y no hay nada mejor que disfrutarlo en familia.
Esta semana fui testigo de ello, puesto que pude ver de muy cerca cómo los coatzacoalqueños llegaban a la playa desde temprano para instalar sus sombrillas, algunas mantas improvisadas con el fin de no quemarse y tener una vista placentera cerca de la playa.
Algunos aprovechaban el lugar para echarse unos cuantos clavados, mientras que otros disfrutaban de chamoyadas, cocos, raspados y bolis.
Había otros que preferían una buena cerveza, disque “pa’ despejarse del calor”. Ese calor hacía sudar a cualquiera y aún más si apuntábamos hacia el estribo en donde se hallaban las chicas Sol que bailaban y animaban a toda la audiencia.
Al caer la noche, muchas familias aprovechaban para deleitarse de una estupenda puesta de sol y despedir el día al caminar por las escolleras que se dirigían hacia el faro principal.
En Minatitlán
Siendo “la semana mayor” en este municipio, a muy temprana hora del día, un gran número de personas, preparados con sombrillas y aguas embotelladas para mantenerse bien hidratados, acudieron a los vía crucis que se realizaron por las distintas colonias de esta ciudad. Los cuales fueron comandados por sacerdotes y ministros, junto con camionetas encargadas de expandir el sonido de las alabanzas durante su paso.
El calor que hubo en esos “días grandes” era demasiado, pero no fue impedimento para los creyentes motivados por su fe para seguir caminando.
Hay que destacar que muchos negocios se vieron beneficiados por las visitas que los sacerdotes daban al hacer oración y al mismo tiempo rociaban agua bendita.
Por otro lado, en el mero centro de la ciudad, se desarrolló la pasión de Cristo con mayor detalle, ya que cada voluntario que fue partícipe de dicha teatralidad, portó su papel para que ésta se fuera dando con éxito.
Las avenidas principales fueron ocupadas por más de tres horas, hasta que se llegó a la meta principal: la iglesia Cristo Rey, en donde finalmente se organizó una misa que fue iniciada a las 12:00 horas.
Sin duda, la espiritualidad triunfó en cada uno de los pasos que los creyentes estuvieron dispuestos a dar, con el único fin de conmemorar una vez más la muerte del máximo salvador: Jesucristo.