Y el sábado de gloria es para…
La mayoría de los veracruzanos, celebraron la “caída” del exgobernador del estado Javier Duarte de Ochoa. El sábado 15 de abril de 2017, lo atraparon, ¿o se dejó atrapar? Y si se trató de esta segunda especulación ¿por qué?; el resto de los veracruzanos sospecha que se trata de una estrategia política. Pero ¿para qué?
Era Sábado de Gloria y en Guatemala, se detuvo cerca de las 20:00 horas locales al Gordo (apodo bien merecido y no solo por su apariencia física) Javier Duarte de Ochoa; había sido buscado por miles, repudiado por millones, culpable hasta los talones de operar con recursos de procedencia ilícita, así como desvío de fondos. Aunque no el único, sí el más responsable.
Durante transmisiones televisivas se comentó que al momento de la detención, Duarte se mantuvo tranquilo pero nervioso, y es que otro tema del cual no se deja de comentar: ha sido la protección que recibió durante todo el tiempo mientras estuvo prófugo. Tal parece que las mismas autoridades veracruzanas se echan la bolita para encubrirlo y que al final nadie se hace responsable.
Según ya se le había visto en Belice, Costa Rica, y quién sabe cuántos lugares más, pero de todo el money que se robó, no pudo pasearse por Dubái, mínimo por los Unites y fue hallado en Guatemala, es decir, a la vuelta de la esquina; después de seis meses según de buscarlo resulta que aquí cerquita hizo acto de presencia.
El caso de corrupción Javier Duarte había destapado la cloaca de involucrados, su aparición un tanto incongruente en Canadá, luego una captura fácil en un lugar cerca de México, es que acaso planean un «trueque», ¿nombres a cambio de libertad?, ¿información por absolución?
El gobierno federal dio a conocer orgullosamente la captura, sin embrago, entre dimes y diretes, el pueblo, ése que tanto han lastimado, ha dejado de creer las falsas alegrías por este “triunfo” y continua su vida, ya que, si no obtendrán justicia, al menos alguien si recibió su Sábado de Gloria.