El horizonte mundial (Estados Unidos contra el mundo)
El pasado martes siete de abril, se llevó acabo un inhumano ataque con gas sarín en la localidad Khan Sheikhoun de la provincia Idlib en Siria, dejando como saldo la cantidad de 83 muertos entre ellos 25 niños, así lo informaron distintos noticieros como la BBC, a su vez el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que cifra a los fallecidos en 58 y en 170 a los heridos.
Los Estados Unidos atribuyen el ataque al actual presidente sirio Bashar Al Assad, Tal pronunciación provocó que se generaran nuevas tenciones políticas entre Siria y los Norteamericanos
Así pues, el gobierno de al Asad, presidente de Siria ha negado contundentemente haber empleado armas químicas en sus operaciones en el norte de Idlib y señaló como posible explicación la explosión de una fábrica de armas químicas de Al Qaeda según la BBC.
El gobierno norteamericano se anticipó y tomó cartas en el asunto, autorizando un bombardeo a la Fuerza Aérea Siria de Shayrat en Homs, con lo que provocó que se encrudeciera la tensión entre los gobiernos estadounidense y el ruso, el cual desde el 2015 ha participado en bombardeos contra las fuerzas de oposición en Siria, siendo el mayor aliado y “defensor” del gobierno sirio.
Al otro lado del mundo también se ha fraguado e intensificado la tensión entre el gobierno de Corea del Norte y el de los Estados Unidos, debido a la intromisión en Corea del Sur, por parte de la administración del actual presidente norteamericano Donald Trump.
Panorama actual político y económico no se nota nada favorable, desde el conflicto soviético americano en la llamada Guerra Fría, no se había resentido tanta las hostilidades mediáticas y militares dentro del horizonte mundial. En consecuencia, las tensiones en el Oriente Medio se han encrudecido y muchos apuntan a un inminente enfrentamiento militar. Pero ¿a qué grado se llevarán acabo estos hostigamientos entre las potencias mundiales? ¿Acaso es necesario que se inicie una guerra?
El hombre siempre se ha visto inmiscuido dolosamente en conflictos, guerras generadas en nombre de Dios, de la vida, del mandato divino de controlar tierras, campos de flores, de trigo, de olivos y tulipanes, los cuales jamás vuelven a florecer bajo las abrazadoras llamas de un Napalm que devastó Vietnam. En ellos tan sólo queda una palabra, una fotografía, un verso, a veces un poema; sin embargo, siempre queda la cruel ausencia de la vida… Así han permanecido plasmadas en la memoria de centenares de hombres, mujeres y niños, que sufren simulacros de paz y los remembran como en aquellos versos del Alan Seeger, joven soldado muerto en la batalla del soome:
“Tengo una cita con la Muerte en alguna disputada barricada, cuando la primavera vuelva con susurrante sombra y las flores de manzano llenen el aire -tengo una cita con la Muerte cuando la primavera traiga los días hermosos y azules de vuelta”. “Cita” Alan Seeger.
El pasado martes siete de abril, se llevó acabo un inhumano ataque con gas sarín en la localidad Khan Sheikhoun de la provincia Idlib en Siria, dejando como saldo la cantidad de 83 muertos entre ellos 25 niños, así lo informaron distintos noticieros como la BBC, a su vez el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que cifra a los fallecidos en 58 y en 170 a los heridos.
Los Estados Unidos atribuyen el ataque al actual presidente sirio Bashar Al Assad, Tal pronunciación provocó que se generaran nuevas tenciones políticas entre Siria y los Norteamericanos
Así pues, el gobierno de al Asad, presidente de Siria ha negado contundentemente haber empleado armas químicas en sus operaciones en el norte de Idlib y señaló como posible explicación la explosión de una fábrica de armas químicas de Al Qaeda según la BBC.
El gobierno norteamericano se anticipó y tomó cartas en el asunto, autorizando un bombardeo a la Fuerza Aérea Siria de Shayrat en Homs, con lo que provocó que se encrudeciera la tensión entre los gobiernos estadounidense y el ruso, el cual desde el 2015 ha participado en bombardeos contra las fuerzas de oposición en Siria, siendo el mayor aliado y “defensor” del gobierno sirio.
Al otro lado del mundo también se ha fraguado e intensificado la tensión entre el gobierno de Corea del Norte y el de los Estados Unidos, debido a la intromisión en Corea del Sur, por parte de la administración del actual presidente norteamericano Donald Trump.
Panorama actual político y económico no se nota nada favorable, desde el conflicto soviético americano en la llamada Guerra Fría, no se había resentido tanta las hostilidades mediáticas y militares dentro del horizonte mundial. En consecuencia, las tensiones en el Oriente Medio se han encrudecido y muchos apuntan a un inminente enfrentamiento militar. Pero ¿a qué grado se llevarán acabo estos hostigamientos entre las potencias mundiales? ¿Acaso es necesario que se inicie una guerra?
El hombre siempre se ha visto inmiscuido dolosamente en conflictos, guerras generadas en nombre de Dios, de la vida, del mandato divino de controlar tierras, campos de flores, de trigo, de olivos y tulipanes, los cuales jamás vuelven a florecer bajo las abrazadoras llamas de un Napalm que devastó Vietnam. En ellos tan sólo queda una palabra, una fotografía, un verso, a veces un poema; sin embargo, siempre queda la cruel ausencia de la vida… Así han permanecido plasmadas en la memoria de centenares de hombres, mujeres y niños, que sufren simulacros de paz y los remembran como en aquellos versos del Alan Seeger, joven soldado muerto en la batalla del soome:
“Tengo una cita con la Muerte en alguna disputada barricada, cuando la primavera vuelva con susurrante sombra y las flores de manzano llenen el aire -tengo una cita con la Muerte cuando la primavera traiga los días hermosos y azules de vuelta”. “Cita” Alan Seeger.