Mis vacaciones de Semana Santa
Estas vacaciones por motivos ajenos a mis deseos tuve que quedarme en casa, sin muchas ganas de salir de mi escondite (mi recámara), pasé toda la semana recluida.
El lunes 10 de abril me desperté temprano por costumbre, pero a lo largo del día, a pesar de mis intentos por hacerlo productivo, me resultó imposible. Cada vez que me sentaba o recargaba sobre algo, me quedaba dormida, como si me desvaneciera. Varias veces intenté con lecturas nuevas, películas y series, pero mis intentos siempre terminaron conmigo dormida en algún lugar de mi casa.
El martes mi energía estaba intacta, pero nada me satisfacía. Intenté de nuevo con libros, series y películas, mas nada lograba entretenerme. Ese día noté una telaraña en lo alto de mi ventana, una mancha de humedad en un rincón del techo y una abolladura en el piso de la cocina.
El miércoles desperté al mediodía preguntándome la razón de las vacaciones y notando mi poco conocimiento sobre teología. Intenté averiguar y leer un poco sobre Semana Santa, su significado y razón de ser, pero terminé con unas preguntas espirituales inmensas, que me hicieron dudar de mis creencias.
El jueves fue productivo, mis papás estaban de vacaciones también, entonces nos levantamos tarde y desayunamos todos juntos (cosa extraña en mi casa). Después del desayuno decidí ordenar mi cuarto y mi librero (aunque pequeño, muchas veces es un desastre). Después de sacar todos los libros y tener pequeños montones por todo el cuarto por fin pude organizarlos.
El viernes no hice nada. Intenté hacer la tarea, pero mi motivación no llegaba por lo que declaré día de cine y me senté junto a mi papá en la sala a ver películas. Después de ver unas cuantas, me retiré a mi cuarto y me acosté en la cama. El techo y las paredes me parecieron demasiado atractivas, por lo que me dediqué a contemplarlas.
Al final del día di gracias por todo lo que tengo y por lo que he vivido, a pesar de no seguir las creencias de la iglesia católica y no resolver mis dudas sobre teología, esta semana me dio la oportunidad de observar cosas que en mi cotidianidad no noto y poder aprovechar tiempo con mis papás que en días normales no puedo.